CURATORIAL
Estiaje:
Juana Córdova, Irina Liliana García y Pamela Suasti
Drought:
Juana Córdova, Irina Liliana García and Pamela Suasti
Giada Lusardi
Pontificia Universidad Católica del Ecuador
E-mail: giada.lusardi@gmail.com
Fecha de recepción: 25/04/2025
Fecha de aceptación: 10/11/2025
Fecha de publicación: 31/11/2025
DOI: 10.26807/cav.v10i20.649
Lusardi, G. (2025). Estiaje: Juana Córdova, Irina Liliana García y Pamela Suasti. Index, Revista de Arte Contemporáneo, (20), 59-65.https://revistaindex.net/index.php/cav/article/view/649
Resumen
En esta exposición colectiva, Juana Córdova, Irina Liliana García y Pamela Suasti trabajan desde distintos territorios del Ecuador en un diálogo creativo atravesado por el estiaje: ese tiempo de mengua de los ríos que se vuelve también metáfora de la espera, la fragilidad y el cuidado. A partir de materiales recolectados —lana, semillas, hojas, ramas, miel— y de técnicas que exigen presencia y tiempo, como el tejido, la impresión botánica o el modelado manual, las artistas ensayan formas colaborativas de creación que desafían los límites individuales. En ese proceso, se permiten intervenir mutuamente sus obras, como en un cadáver exquisito, abriéndose a lo inesperado. El paisaje, el cuerpo y lo vegetal se entrelazan en una poética que explora la tensión entre lo íntimo y lo colectivo, lo efímero y lo vital, generando una reflexión sensible sobre nuestra relación con la naturaleza.
Este texto curatorial fue escrito para la exposición Estiaje, realizada en el mes de julio de 2024 en el espacio Saladentro, en la ciudad de Cuenca (Ecuador), y en la galería Casa del Barrio, en Guayaquil (Ecuador), durante los meses de agosto y septiembre del mismo año.
Palabras clave: Juana Córdova, Irina Liliana García, Pamela Suasti, arte ecuatoriano, naturaleza, colaboración, estiaje, fragilidad.
Abstract
In this collective exhibition, Juana Córdova, Irina Liliana García, and Pamela Suasti work from different regions in Ecuador in a creative dialogue shaped by Estiaje —the seasonal recession of rivers— which also becomes a metaphor for waiting, fragility, and care. Using gathered materials such as wool, seeds, leaves, branches, and honey, and techniques that require presence and time —like weaving, botanical printing, or hand-molding— the artists experiment with collaborative modes of creation that challenge individual boundaries. In this process, they allow themselves to intervene in each other’s works, as in an exquisite corpse, embracing the unexpected. Landscape, the body, and vegetal life intertwine in a poetic that explores the tension between the intimate and the collective, the ephemeral and the vital, opening a sensitive reflection on our relationship with nature. This curatorial text was written for the exhibition Estiaje, held in July 2024 at Saladentro in the city of Cuenca (Ecuador), and at Casa del Barrio gallery in Guayaquil (Ecuador) during the months of August and September of the same year.
Keywords: Juana Córdova, Irina Liliana García, Pamela Suasti, Ecuadorian art, nature, collaboration, low water season, fragility.
Biografía de la autora
Giada Lusardi es docente-investigadora, historiadora del arte y curadora. Fue coordinadora de la Carrera de Artes Visuales de la PUCE (2018-2023) y es docente en la misma institución desde 2013. Cofundadora y directora del Proyecto Archivo LIPADA (2016) y actualmente investigadora en el Proyecto Olga Fisch. Fue directora del 61º Salón de Julio Fundación de Guayaquil (2022) y cocuradora de Con Vista al Interior. Arte, Diseño y Arquitectura en el Hotel Colón (Museo Nacional del Ecuador, 2023). Sus intereses se centran en el arte moderno y contemporáneo, en la relación arte-educación, en las prácticas de archivo y coleccionismo y las relaciones entre artes visuales, artes populares y arquitectura.
Esta exposición reúne a las artistas Juana Córdova, Irina Liliana García y Pamela Suasti para entablar un diálogo de donde emergen temas como el cuidado, la fragilidad, la espera y lo inesperado (figura 1). En sus obras destaca la atención al detalle, cuyo resultado surge de procesos pausados que entrelazan lo íntimo y lo público, además de manifestar una consciente preocupación por la amenaza al equilibrio medioambiental. El título de la muestra alude al período de reducción de los cuerpos fluviales, con importantes repercusiones sociales, económicas y de afectación hacia los ecosistemas.
Durante el último año, las artistas han dialogado y han trabajado desde la península de Santa Elena, Guayaquil y Quito, viviendo esta condición de estiaje. Las geografías diversas y esta situación compartida han influenciado su trabajo creativo, cuyo resultado se evidencia, por ejemplo, en el empleo de una variedad de materiales para la ejecución de las obras: lana de borrego, rafia, papel maché, ramas recolectadas en la playa de Ayampe, semillas, hojas y miel, entre otros.
La poética inscrita en cada material se convierte en un elemento central en este proyecto, donde su manipulación se da a través del juego y el experimento. Este enfoque les permite soltar la aprehensión por su propio trabajo y encontrar el coraje para intervenir en el de las demás en un proceso conjunto, alimentado por la comunicación constante vía chat que les permitió reflexionar sobre la evolución de sus obras. De esta forma, las técnicas y los conceptos de las artistas se entrelazan, creando una sinergia que se plasma en tres piezas colectivas abordadas conceptualmente como un cadáver exquisito, fomentando un diálogo íntimo y profundo.
Córdova y Suasti comparten la práctica del tejido. La primera, a través de sus esculturas de neuronas y tejidos neuronales (figura 2, 3 y 4,), medita sobre el funcionamiento del cerebro y el cuerpo humano, explorando cómo los mecanismos de la vida contemporánea afectan fases vitales como el sueño. Lo efímero de sus obras sugiere la fragilidad de todo equilibrio. Sus dibujos y ensamblajes parecen ser partituras de una sinfonía natural, creando efectos ópticos que juegan con el misterio entre lo real y lo representado (figura 5 y 6). Córdova, en el pasado, ya había trabajado con materiales tales como semillas y palos en obras como Éxodo (2019), Pasamontañas (2020), Still Life (2018) y Creciente (2018).
Por otro lado, Suasti ha explorado extensamente el uso del fieltro amasado a mano y el papel maché, creando formas orgánicas y texturadas (figura 7 y 8). Sus objetos oscilan entre lo abstracto y lo natural, evocando piedras pequeñas y crustáceos como los oniscídeos, caracterizados por su capacidad para enrollarse como mecanismo de defensa. Le interesa la ambigüedad entre la aparente suavidad del textil y la dureza de lo mineral y vegetal. La artista emplea el gesto primitivo y minimalista de aplastar la masa entre las manos, logrando una elocuente materialidad cercana a la de huesos o rocas (figura 9 y 10).
García, en cambio, explora en sus pinturas la técnica de la impresión botánica, utilizando el método japonés Hapa Zome, que consiste en aplastar sobre papel hojas ricas en clorofila como perejil, uvilla, higo, garranchuelo y diente de león. Además, emplea semillas de bototillo, Fernán Sánchez y bejuco peine de mono, plumas amazónicas, miel con resina y hojas secas de samán en sus ensamblajes y pinturas (figura 11). De estas hojas le interesa tanto su forma como su significado social, a veces categorizadas como maleza según los intereses productivos humanos.
Este gesto supone un acto de resistencia, e invita a reflexionar sobre la relación ancestral entre los humanos y las plantas. Sus pinturas parecen surgir de sueños donde visualiza bosques de árboles que viven en simbiosis acuática —como los manglares, o la conexión interna entre los árboles que se da a través del micelio—. Los cielos nublados que pinta evocan ríos voladores y corrientes marinas en el cielo (figura 12 y 13). Finalmente, en una diminuta obra tridimensional, visible con lupa, utiliza una semilla de diente de león contenida en una gota de agua, metaforizando la idea de un deseo atrapado en una lágrima (figura 14 y 15).
Desde el inicio estas artistas han compartido un enfoque similar, desafiando sus propias percepciones y métodos. Su trabajo lento, obsesivo y minucioso con materiales orgánicos deriva en obras atractivas y sensorialmente ricas que comunican la frágil relación entre el ser humano y la naturaleza. Sus procesos implican una presencia activa, una recolección meticulosa y la acumulación de materiales sin un propósito definido, los cuales luego encuentran su lugar en la creación artística.
Todas las imágenes de registro pertenecen a la exposición realizada en Casa del Barrio, en Guayaquil, y son de autoría del artista Ricardo Bohórquez.

Figura 1. Ingreso a la muestra “ESTIAJE” 2024.

Figura 2. Obras de Juana Córdova y Pamela Suasti, 2024.

Figura 3. Juana Córdova, “Neurona, ¨Neurona” Semillas, 2024

Figura 4. Juana Córdova, “Sueño Rem”, 2024.

Figura 5. Juana Córdova, Tejidos Neuronales, 2024

Figura 6. Juana Córdova, Tejidos Neuronales, 2024.

Figura 7. Pamela Suasti, S/T De la Serie Objetos, 2024.

Figura 8. Pamela Suasti “Cúmulos (I – VII) ¨ De la Serie Objetos transicionales”, 2024.

Figura 9. Pamela Suasti “De la serie Lítica”, 2024.

Figura 10. Pamela Suasti S/T Telar de papel maché, 2024

Figura 11. Obras de Irina Liliana García, 2024.

Figura 12. Irina Liliana García “Susurro crepitantes”, 2024.

Figura 13. Irina Liliana García “Dos caminos divergieron en un bosque amarillo”, 2024.

Figura 14. Irina Liliana García ¨Cautiva “Lupa, diente de león, gota de agua y hoja de samán”, 2024..

Figura 15. Irina Lililana García “Cautiva” Lupa, diente de león, gota de agua y hoja de samán, 2024.